Dragón

Díptico

1

by Ly O

Escamas verdes y doradas, una a una comenzaron a envolver mi piel lacerada simulando una especie de armadura. Me imagino que a su criterio una gota de sangre más no podría ser llamada justa, aunque si me lo preguntas a mí, diría que ninguna lo fue. Cada escama ha sido un regalo, es así como los llevaré conmigo, inmortales, libres de la pena del olvido.

Lentamente, a su debido tiempo, me transformo en ambición. Comenzó como un resplandor palpitante, medio curioso, originario de mi espalda dispuesta a vivir la más arriesgada metamorfosis. No culpo a mi cuerpo obstinado por negarse en principio, cualquiera sucumbe tarde o temprano al dolor por más que se resista. Sí, siempre arde al inicio. ¿Ahora? es diferente, ahora que soy de verdad es un beso suave sobre la piel.

2

by F.

El fuego es el vestigio de esta sed. La habitación es esta noche donde el fuego guarda la piel dorada del carnero; el animal y sus fauces; la piel encerrada en el bosque; las transformaciones de la sal en carne.

Textos: Ly O & Francisco Guillén

Modelaje: Ly O.

Fotografías: Francisco Guillén. Obra protegida por Creative Commons (CC BY-NC 4.0)

Tenebra (3)

Excerpt

A su modo, el cuerpo es una coordenada; un punto de referencia; un lugar específico que señala un territorio. Pero en la oscuridad, en la penumbra, todas las coordenadas se desvanecen.

La improvisación escénica y el montaje fotográfico son apenas una forma de asimilar esa ausencia. Nada está donde se supone que debería estar. No estamos donde deberíamos. El cuerpo es una habitación cerrada y las indicaciones, y las puertas que se abren siguiendo esas indicaciones, no podrán ser pronunciadas.


 

Modelos: Marlene / Crisna / 

Fotografía: Francisco Guillén

 

 

 

Créditos:

Fotografías por Francisco Guillén. Obra protegida por Creative Commons (CC BY-NC 4.0)

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Un bosque

He visto arder mis huesos / He visto la nieve caer sobre nosotros / Y no volví de la ceniza, ni me lloraste.

Huasca de campo: diciembre de 2018-enero de 2019

 

Fotografías por Francisco Guillén. Obra protegida por Creative Commons (CC BY-NC 4.0)

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Apuntes

Atadura

 

-Una serie. Sentido de ritualidad entre ¿una pareja?, ¿entre amantes ocasionales?
-Las cuerdas: atadura que ciñe pero que también revierte el orden simbólico y la relación de poder entre los personajes. El sometido termina sometiendo. El atado es quien ejerce el control sobre el otro.
-Elementos simbólicos: la cabeza del pez como un elemento de muerte que nos devuelve la mirada. Somos el que observa pero también somos el observado. La flor como un símbolo que acompaña a lo femenino pero no desde su exuberancia, sino como fragmento (la flor cortada como símil de qué, ¿del mundo interior de la mujer?, ¿de la relación con el atador?, ¿de la estación que llega?)
-Una escena: presentación de los personajes. El hombre con el pez y la mirada fija a la cámara. La mujer mostrando su deseo de manera indirecta a través de una ilustración. El testigo cuyo rostro siempre ha de ser elusivo y cuyo presencia, a pesar de ser necesaria para dar testimonio de lo que ahí ocurre, siempre se ha de presentar como una mirada esquiva y que evita al espectador en todo momento.
-Amarillos, rojos, piel pálida. Contrastes.
-Un fondo que haga pensar en la ausencia de las estaciones, de cualquier elemento, porque el cuerpo es siempre una habitación cerrada.
-Y todo este ritual, ¿para qué? Para montar una falsa ceremonia del té. Una ceremonia que falsifica el dominio de uno sobre otro.
-¿Qué ataduras? ¿Las que inmovilizan del todo? ¿las que terminan por sepultar los rasgos de la individualidad? Y ahí, ¿en qué se convierte el cuerpo?
-La importancia de la mirada. Lo femenino siempre tiene los ojos fijos en el espectador. Directo a la cámara, sin concesiones.
-Las miradas se encuentran, se evaden, caen sobre el cuerpo, sobre las ataduras.

 

 

Sesión realizada como parte del taller de creación de escenas, impartido por Mario Manzo y yo en la ciudad de Querétaro, el 17 de noviembre de 2018.

Detalles de la sesiòn: ataduras por el sensei shibari Porfirio Terán; modelo: Sophie


Fotografías por Francisco Guillén. Obra protegida por Creative Commons (CC BY-NC 4.0)

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Atadura

Cuando hice mis primeras coberturas de artes escénicas, y algunas sesiones con bailarines, no pude evitar pensar que la danza y la fotografía son dos acciones que se contraponen: la danza fluye, vive del movimiento; la fotografía, por otro lado, registra el instante, lo aisla, lo hace patente.

En ese sentido, en la sesión que realicé con Sol Jasso, pretendí hacer visible esos dos componentes: la atadura y el acto fotográfico como algo que interrumpe el continuum de la danza, pero que, al mismo tiempo, funcionan como vestigio, como documento; como rastro visible del cuerpo.

 


Mi agradecimiento a Sol Jasso por compartir conmigo una pequeñísima parte de su talento, y a Mario Manzo por acompañarme y por sus invaluables consejos de iluminación.


Fotografías por Francisco Guillén. Obra protegida por Creative Commons (CC BY-NC 4.0)

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El muro: Chun Hua Catherine Dong & Elizabeth Ross

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Chun Hua Catherine Dong y Elizabeth Ross se presentaron el pasado 2 y 3 de febrero en el Museo de la Ciudad (Querétaro, Qro.) para montar El Muro: conferencia y performance; palabra y acto, sobre las relaciones migratorias de México con sus vecinos del Norte y el Sur.

 

Trump, la construcción del muro, los migrantes centroamericanos que pasan por México: Elizabeth Ross dio cifras y delimitó el contexto en que la migración ocurre en nuestro país. Datos que, detrás de la enumeración, dejan entrever la violencia, el abuso, y el desamparo.

 

Chun Hua, impasible, leía pequeñas tiras de papel que atrapaba con una caña de pescar. Números, letras pronunciadas en un inglés tamizado por el acento asiático. Fragmentos enunciados desde distintas latitudes: Canada, China, México.

 

Chun Hua, impasible y monótona, sellaba páginas en blanco que terminaba por lanzar al piso. Dichas acciones eran ejecutadas por gracia de un precepto invisible y opresivo: todo es desechable; la autoridad, que decide quién cruza una frontera y quién no, se rige por una lógica capitalista. Y ya sabemos qué hace el capitalismo con lo diferente cuando éste no tiene poder económico.

 

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El público fue confrontado y animado a contar sus experiencias. Fueron pocos los que se atrevieron a pasar al frente y trataron de responder. ¿Qué piensa usted del muro? ¿Podría contarnos su experiencia como migrante? ¿Conoce a alguien que haya vivido la experiencia de migrar a otro país? Etcétera.

 

Tal vez en un país tan segmentado y donde la desigualdad impera, preguntar por la otredad y los límites geográficos es encajar un objeto punzante más a un cuerpo herido de muerte.

 

 

Porque al final el performance fue eso: un modo de reflexionar sobre la violencia haciéndola evidente. Palabras. Hilos de sangre. Tiras de papel. Largas caminatas en círculos: de un país a otro; de un nombre a otro; de un cuerpo a otro. Soliloquios imperceptibles sobre la muerte y la ausencia. Y una invitación final a romper los muros, cualquier muro, para recuperar (así sea de manera simbólica y utópica) los lugares que habitamos y llamamos propios.

 

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Chun Hua Catherine Dong & Elizabeth Ross

 

Fotografías por Francisco Guillén. Obra protegida por Creative Commons (CC BY-NC 4.0)

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Tenebra (2)

Como la oscuridad, el cuerpo también es un espacio indeterminado: está gobernado por pasiones terribles. Aunque parezca estar en aparente calma, reposa en una voluptuosidad contenida que pronto encuentra su cauce: una daga; un fragmento del jardín de las delicias; un rostro que apenas reconocemos tras el velo de la noche; un pez cuyo filo se apaga lentamente al contacto del aire y una mano; las palabras con que santa Teresa le hablaba a dios y a su propia carne.

En la noche del cuerpo, en la oscuridad que sostiene cada instante, la fotografía es una pregunta que debe ser formulada.


Fotografía: Mario Manzo y Francisco Guillén / Modelo: Jennifer Guillén / MUA & Styling: Romina Alcazar y Roberto Cardiel / Director de arte: Francisco Guillén

Fotografía análoga: Mamiya Rb67 / Nikon F5

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